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En Espacio Autismo nos apasiona proporcionar información precisa y actualizada sobre el autismo, con el objetivo de fomentar la comprensión y el apoyo adecuado a las personas en el espectro autista y a sus familias.

grados autismo niveles

📊 Los grados o niveles del autismo: ¿en qué consisten?

Los grados o niveles del autismo: ¿en qué consisten?

Publicado: 20 de julio de 2020
Última actualización: 12 de diciembre de 2024

Autismo pictogramas
Según el manual DSM-V, el autismo puede clasificarse en tres grados en función de la severidad y de soportes que la persona necesita

El autismo puede presentarse en distintos grados de severidad, en función del nivel de soportes que la persona necesite

Según el manual DSM-V, las áreas de afectación del autismo pueden clasificarse en grado 1, 2 y 3

Autismo pictogramas
Según el manual DSM-V, el autismo puede clasificarse en tres grados en función de la severidad y de soportes que la persona necesita

Publicado: 20 de julio de 2020
Última actualización: 12 de diciembre de 2024

¿Quieres saber cómo se clasifican los grados del autismo? ¡Estás en la página indicada!

El autismo es una condición que puede presentarse en distintos grados de severidad, y que clínicamente se clasifica en tres grados o niveles distintos: el autismo de nivel 1, de nivel 2 y de nivel 3.

Pero hablar de «grados del autismo» es una forma simplificada de explicar esta categorización, ya que el tema es un poco más complejo.

En este artículo explicaremos este tema complejo de forma simple y comprensible. ¡Vamos allá!

A continuación, en este artículo, vamos a explicar de forma más detallada en qué consisten exactamente los niveles del autismo.

Estos 3 niveles se distinguen entre ellos en función de la severidad de los síntomas y de la cantidad de ayuda que necesita la persona para su desarrollo diario, siendo el nivel 1 el más leve y el nivel 3 el más severo.

Pero como veremos en este artículo los niveles del autismo no es algo tan sencillo ni tan claro.

​📚 Los grados o niveles de severidad del autismo

El autismo es un espectro con distintos grados de severidad y necesidades de apoyo que podemos clasificar en tres niveles.

Los niveles del autismo son una categorización que genera mucha confusión, ya que estos estan poco definidos y muchas veces no queda claro en qué nivel se sitúa cada persona con TEA.

De hecho es tan poco preciso que muchas veces no se utilizan en la práctica clínica. Así pues muchos profesionales no especifican el nivel del autismo de la persona por la falta de precisión de estos.

Pero consideramos que es importante entender a qué nos referimos cuando hablamos de los niveles o grados del autismo.

¿Cuáles son los niveles del autismo?

Los 3 grados o niveles del autismo se organizan en función de los niveles de apoyo o de ayuda que la persona necesita:

Nivel 1Necesita ayuda
Nivel 2Necesita ayuda notable
Nivel 3Necesita ayuda muy notable
Clasificación de los grados del autismo

Así pues los niveles reflejan la cantidad de ayuda que necesita una persona con autismo para su correcto desarrollo diario.

Por lo tanto de forma indirecta los niveles también reflejan la severidad del autismo de la persona, ya que cuanto más severo sea, más cantidad de soportes necesitará.

El nivel o grado de una persona con autismo puede variar con el paso del tiempo, ya que la cantidad de ayuda que una persona con autismo necesita puede ser distinta en cada etapa de su vida.

Por ejemplo un niño con autismo puede situarse en el nivel 2 durante su infancia pero pasar al nivel 1 cuando sea adulto debido a una buena intervención y un buen desarrollo evolutivo.

¿Por qué dividir el autismo en 3 niveles?

El motivo por el que se decidió dividir el autismo en 3 niveles fue porque el TEA puede presentarse de formas muy diversas.

Por lo tanto el autismo puede presentarse con distintos grados de severidad: desde un autismo muy leve hasta un autismo severo con discapacidad intelectual.

Así pues fue por este motivo que se decidió realizar esta categorización por niveles, con el objetivo de reflejar el nivel de severidad del autismo de la persona.

Anteriormente, antes de la publicación del DSM-V, el autismo se clasificaba en 5 tipos de autismo distintos.

Pero en el año 2013 se eliminó esta clasificación unificándolos todos bajo el concepto de Trastorno del Espectro del Autismo (TEA).

La poca precisión de los niveles del autismo

Esta clasificación por niveles del autismo está descrita en el Manual de los Trastornos en Salud Mental DSM-5, que junto el CIE-11 son los dos manuales de referencia en salud mental.

Pero el mismo manual DSM-5 es poco preciso en la descripción de cada uno de los niveles y esto puede generar mucha confusión.

Por este motivo en el momento de realizar un diagnóstico de autismo a veces es difícil saber dentro de qué nivel se sitúa la persona.

Los grados del autismo estan tan poco definidos que en la práctica clínica muchas veces no se detalla el nivel del autismo en el diagnóstico.

Por lo tanto en el diagnóstico los profesionales normalmente solo ponen el concepto de autismo, sin especificar el nivel, porque no queda claro en qué nivel se situaría.

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💥​ No existen los niveles del autismo: existen los niveles en cada área del autismo

La complejidad en los niveles del autismo es que técnicamente no existe una persona con autismo de grado 1, ni de grado 2, ni de grado 3.

No existe porque los niveles no se atribuyen al autismo, sino que se atribuyen a las áreas nucleares del autismo, que son las siguientes:

Por lo tanto los niveles no se atribuyen al autismo en general. Los niveles se atribuyen a estas dos principales áreas que se ven afectadas en las personas con autismo.

Así pues una persona puede tener autismo con Nivel 2 en la Comunicación Social y Nivel 1 en los Comportamientos Restringidos y Repetitivos.

Por ejemplo podemos hablar de una persona con autismo que necesita ayuda muy notable (nivel 3) en la área de la Comunicación Social y ayuda notable (nivel 2) en la área de Comportamientos Restringidos y Repetitivos.

Es pot este motivo que técnicamente no hablamos de, por ejemplo, una persona con autismo de nivel 2.

🤔 ¿Cómo saber dentro de qué niveles del autismo se sitúa la persona?

Los 3 niveles de las áreas del autismo estan poco definidas y son poco claras. Así pues ¿cómo decide un profesional en qué nivel se sitúa cada persona con autismo?

La respuesta a esta pregunta está en las descripciones de los siguientes desplegables extraídos del manual DSM-5:

Área de la
COMUNICACIÓN SOCIAL

Área de los
COMPORTAMIENTOS RESTRINGIDOS Y REPETITIVOS

🔵​ ¿Y no hay niveles generales del autismo?

Aunque no utilizamos niveles generales para definir el autismo de una persona, sí que utilizamos otros conceptos.

Para definir la severidad general del autismo utilizamos conceptos como autismo leve, autismo moderado o autismo severo.

Así pues a través de estos tres conceptos podemos situar a la persona dentro del espectro en función de la severidad del autismo que esta persona presenta.

Y aunque no sea correcto muchos profesionales utilizan los conceptos de autismo de nivel 1, de nivel 2 y de nivel 3 para hablar de la severidad general del autismo, cuando técnicamente se debería utilizar para hablar de los niveles de las áreas del autismo.

Pero si bien es cierto que esto no es correcto, a veces se utiliza para dar una idea general del nivel de apoyo general que una persona con autismo necesita.

🏷️ Los niveles del autismo solo son palabras, etiquetas

Los 3 posibles niveles en las áreas de la Comunicación Social y de los Comportamientos Restringidos y Repetitivos, así como utilizar expresiones como Autismo Severo, Moderado o Leve, son solo conceptos para clasificar y darnos una idea del autismo que una persona tiene.

Por lo tanto más allá de las etiquetas que se pueden o no se pueden poner lo más importante a la hora de realizar un diagnóstico de autismo es definir muy bien las dificultades y las características de la persona.

El autismo puede presentarse de formas tan variadas que es muy importante realizar un diagnóstico lo más descriptivo posible.

Es muy importante conocer y entender bien a la persona diagnosticada para así darle los apoyos necesarios, más allá de las etiquetas formales que se pongan.

​❓​ Preguntas frecuentes

¿Cómo saber si eres autista?

Existen varios tests y pruebas para saber si una persona tiene autismo. Los tests más utilizados para el diagnóstico del autismo son el M-CHAT-R, el ADOS-2 y el ADI-R.

¿Qué es autismo nivel 3?

El nivel 3 del autismo es el nivel de mayor afectación dentro de los tres grados en los que se divide la severidad del TEA. En el nivel 3 del autismo se clasifican las personas con autismo que necesitan ayuda muy notable para su desarrollo en el día a día.

¿Qué es autismo en grado 1?

De forma simplificada las personas con diagnostico de autismo de grado 1 son aquellas que presentan unas características leves del autismo. Son aquellas personas con autismo que necesitan pocos apoyos para su desarrollo diario.

📚​ Bibliografia sobre los grados del autismo

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👀 CONTACTO VISUAL Y AUTISMO: ¿Por qué la dificultad en mirar a los ojos?

Última actualización: 23 de enero de 2024

El contacto visual es uno de los aspectos clave de la comunicación, y este suele estar alterado en el autismo

Las personas con autismo suelen presentar un contacto visual peculiar y esto puede dificultar la interacción con los demás

El contacto visual peculiar es uno de los rasgos más distintivos de las personas con autismo.

La forma como miramos a los demás y el contacto visual en general es un componente fundamental en la comunicación humana.

Pero el contacto visual en el autismo es un tema complejo, ya que les puede generar ansiedad o malestar, por lo que es importante comprenderlo en profundidad.

Este artículo busca desentrañar mitos y proporcionar una visión comprensible y respetuosa sobre la relación entre el contacto visual y el autismo.

Desde la falta de mirada directa hasta la variabilidad en el establecimiento de contacto visual, exploraremos diversas facetas para comprender mejor este aspecto en el espectro del autismo.

🤔 ¿Qué es el autismo?

Antes de sumergirnos en la complejidad del contacto visual en el autismo, es esencial comprender qué implica este trastorno neuropsiquiátrico.

El autismo, o Trastorno del Espectro Autista (TEA), es una condición del neurodesarrollo que afecta la comunicación, la interacción social y el comportamiento.

Este trastorno puede presentarse con distintos grados de severidad y de formas muy diversas, por lo que hace de él una condición compleja y difícil de entender.

Su diversidad y complejidad hacen que puedan presentarse síntomas o características muy diversas, que pueden estar presentes en algunas personas con autismo y en otras no, como el contacto visual alterado.

Para comprender en detalle y de forma fácil el autismo, recomendamos realizar el curso online y gratuito «Introducción al Autismo», de la Academia de cursos online de Espacio Autismo.

👀 CONTACTO VISUAL Y AUTISMO

El contacto visual en personas con autismo puede presentarse alterado en algunos casos, mientras que en otros puede mantenerse totalmente preservado.

Además, en los casos donde el contacto visual está alterado o es peculiar, puede manifestarse de diversas maneras.

De hecho, existe mucho desconocimiento respecto el contacto visual en el autismo, y esto hace que existan muchos mitos en relación a este tema.

A continuación vamos a explicar todo lo que necesitas saber sobre el contacto visual en el autismo a través de los siguientes apartados:

Niños con autismo que no miran a los ojos

Algunos niños con autismo no miran a los ojos de forma natural, o establecen contacto visual de forma peculiar.

Aunque esta característica no es universal en todos los niños en el espectro, la mayoría de ellas sí que tienen un contacto visual distinto al neurotípico.

La dificultad para establecer contacto visual puede variar ampliamente entre individuos en el espectro del autismo.

Algunos niños pueden evitar sistemáticamente mirar a los ojos, mientras que otros pueden manifestar un contacto visual limitado en situaciones específicas.

Esta variabilidad subraya la importancia de considerar cada caso de manera individualizada.

La falta de contacto visual no solo puede llevar a etiquetar a la persona como «peculiar» o «extraña», sino que también implica perder información social obtenida a través del contacto visual y las expresiones faciales.

¿Por qué hay autistas que no miran a los ojos?

La ausencia de contacto visual en el autismo es un comportamiento que ha intrigado a investigadores y profesionales durante mucho tiempo.

Estudios, como el llevado a cabo por Jones y Klin en 2013, han proporcionado valiosas perspectivas sobre las posibles causas subyacentes a esta característica distintiva.

  • Sobrecarga Sensorial: Las personas con autismo a menudo experimentan una sensibilidad sensorial aumentada, lo que significa que los estímulos visuales, auditivos o táctiles pueden ser percibidos de manera intensa y abrumadora. En este contexto, la evitación del contacto visual puede ser una estrategia adaptativa para mitigar la sobrecarga sensorial y regular la estimulación.
  • Dificultades en la Comunicación No Verbal: El contacto visual es una forma clave de comunicación no verbal en la sociedad. Sin embargo, para las personas con autismo, las sutilezas de la comunicación no verbal pueden resultar desafiantes. La falta de contacto visual puede reflejar dificultades para interpretar y responder a las señales no verbales de los demás.
  • Diferencias en el Procesamiento Social: El procesamiento de las interacciones sociales puede ser único en individuos con autismo. La mirada directa implica una intensa interacción social, y la evitación puede ser una respuesta a la dificultad para procesar y comprender estos intercambios.

La evitación del contacto visual no debe percibirse como una falta de interés o conexión emocional.

Más bien, puede ser una estrategia adaptativa para lidiar con desafíos sensoriales y sociales.

Reconocer estas posibles causas es esencial para una intervención temprana efectiva y el apoyo adecuado.

En resumen, la falta de contacto visual en niños con autismo es un aspecto complejo que puede ser influenciado por diversos factores.

La comprensión de estas causas proporciona una base sólida para diseñar estrategias de intervención y apoyo que respeten las necesidades únicas de cada niño en el espectro del autismo.

¿Hay autistas que miran a los ojos?

Contrariamente a la creencia común, muchas personas con autismo pueden establecer contacto visual, aunque su frecuencia y duración pueden variar.

Este aspecto diverso del espectro autista desafía estereotipos y destaca la importancia de una evaluación integral.

Investigaciones recientes, como las realizadas por Sasson y Elison (2012), han evidenciado la capacidad de algunos individuos con autismo para establecer contacto visual de manera efectiva.

La variabilidad en el contacto visual dentro del espectro del autismo destaca la necesidad de evitar generalizaciones simplistas.

Mientras que algunos individuos pueden mostrar patrones de contacto visual que se desvían de la norma social, otros pueden presentar habilidades en este aspecto similares a las de la población neurotípica.

¿Si no mira a los ojos significa que tiene autismo?

La cuestión de si la falta de contacto visual es un indicador inequívoco de autismo tiene una respuesta clara: no.

La respuesta, lejos de ser sencilla, implica reconocer que la ausencia de contacto visual no constituye un criterio definitivo.

La interpretación de la falta de contacto visual debe ampliarse, considerando otros aspectos del comportamiento y el desarrollo.

Aunque no establecer contacto visual puede ser una señal de alerta de autismo, este rasgo no puede ser evaluado de manera aislada; debe contextualizarse dentro de un conjunto más amplio de comportamientos.

La intervención de un profesional capacitado es crucial para un diagnóstico de autismo preciso.

Herramientas especializadas, como el test ADOS-2 y la entrevista ADI-R, ofrecen un enfoque estructurado y sistemático para evaluar el comportamiento en el espectro autista.

En conclusión, la falta de contacto visual, aunque puede sugerir la posibilidad de autismo, no puede considerarse aisladamente.

La evaluación integral, respaldada por herramientas específicas y la experiencia de profesionales, es esencial para un diagnóstico certero y la comprensión de la complejidad única de cada individuo en el espectro autista.

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✍️ Factores que influyen en el contacto visual

Las dificultades en el contacto ocular de las personas con autismo viene determinado y está influenciado por una serie de características derivadas del TEA

El contacto visual, como comportamiento complejo, es moldeado por una serie de factores determinantes que interactúan de manera única en cada individuo con autismo.

Estos factores no solo afectan la presencia o ausencia de contacto visual, sino que también influyen en la frecuencia y la calidad de estas interacciones visuales.

Los factores que desde Espacio Autismo consideramos determinantes en las habilidades para establecer contacto visual son las siguientes:

  • Habilidades de Comunicación: Las dificultades en la comunicación, incluida la expresión facial y el uso de gestos, pueden afectar la forma en que una persona busca o mantiene contacto visual durante las interacciones.
  • Sensibilidad Sensorial: La hipersensibilidad sensorial común en el autismo puede hacer que ciertos estímulos visuales sean abrumadores, afectando la disposición de una persona a participar en el contacto visual en entornos estimulantes.
  • Contexto Social: El entorno social y la familiaridad con las personas y situaciones también pueden desempeñar un papel crucial. Algunas personas con autismo pueden sentirse más cómodas y dispuestas a establecer contacto visual en entornos familiares y con individuos conocidos.
  • Ansiedad Social: La ansiedad social puede surgir debido a las dificultades para interpretar las señales sociales, la anticipación de respuestas negativas o simplemente la incomodidad en situaciones sociales. Estos factores pueden contribuir a la evitación del contacto visual como una estrategia para reducir el estrés y la ansiedad asociados con la interacción social.

​👍 Estrategias para el contacto visual en el autismo

El contacto visual puede representar un desafío para muchas personas con autismo, pero también es un aspecto crucial para la comunicación y la conexión social.

En este contexto, es importante abordar estrategias que fomenten el contacto ocular, pero al mismo tiempo, respeten la singularidad y las necesidades individuales de cada persona en el espectro autista.

Estrategias para Favorecer el Contacto Visual

  • Entrenamiento Gradual: Implementar un enfoque gradual para el contacto visual puede ser beneficioso. Comenzar con breves interacciones y aumentar progresivamente el tiempo de contacto visual puede ayudar a que la persona se sienta más cómoda y gradualmente adapte sus habilidades sociales.
  • Incorporar Intereses Personales: Utilizar los intereses específicos de la persona con autismo puede ser una estrategia efectiva. Incorporar objetos, actividades o temas que les resulten atractivos puede motivarlos a participar en interacciones visuales.
  • Usar Recompensas Positivas: Reforzar positivamente el contacto visual puede ser útil. Proporcionar elogios, recompensas o el acceso a actividades placenteras después de interacciones visuales exitosas puede crear asociaciones positivas.

Estrategias para Respetar la Peculiaridad en el Contacto Visual

  • Permitir Alternativas de Comunicación: Reconocer y permitir formas alternativas de comunicación, como el uso de gestos, comunicación no verbal o sistemas de comunicación aumentativa, puede ayudar a la persona a expresarse sin depender exclusivamente del contacto visual.
  • Respetar los Tiempos de Descanso: Reconocer que algunas personas con autismo pueden experimentar fatiga sensorial o emocional al mantener el contacto visual. Respetar y permitir momentos de descanso visual puede contribuir a una interacción más positiva.
  • Promover la Comunicación Abierta: Fomentar un entorno de comunicación abierto donde la persona se sienta libre de expresarse de manera cómoda, incluso si esto implica no mantener contacto visual constante. Valorar y validar otras formas de expresión contribuye a un ambiente más inclusivo.

Individualización de Estrategias

Cabe destacar que cada persona en el espectro autista es única, y las estrategias deben adaptarse a sus preferencias y necesidades individuales.

La observación cuidadosa y la comunicación abierta con la persona, así como con sus familiares o cuidadores, son esenciales para comprender la mejor manera de abordar el contacto visual de manera respetuosa y efectiva.

En conclusión, las estrategias para fomentar el contacto visual en personas con autismo deben equilibrarse cuidadosamente con el respeto a sus características individuales.

Al promover la comodidad y la aceptación de diversas formas de comunicación, se crea un entorno que respeta y valora la singularidad de cada individuo en el espectro autista.

Mitos sobre el contacto visual y el autismo

Existen muchos mitos sobre el contacto visual en el autismo, debido a la falta de conocimiento respecto a este tema.

El contacto visual en las personas con autismo puede presentarse de formas muy diversas, por lo que las generalizaciones en este tema siempre son erróneas.

Con el objetivo de desmentir los falsos mitos sobre el contacto ocular de las personas con autismo, a continuación desmitificaremos los siguientes mitos:

  1. Mito: Si no mira a los ojos significa que tiene autismo El mito de asociar automáticamente la falta de contacto visual con el autismo es simplista. Aunque algunas personas con autismo pueden tener dificultades en este aspecto, la ausencia de contacto visual no debe considerarse como un indicador único y definitivo de la condición.
  2. Mito: Se tiene que forzar al niño a mirar a los ojos Forzar a un niño con autismo a mirar a los ojos no solo carece de fundamentos científicos, sino que también puede resultar contraproducente. El contacto visual debe abordarse de manera respetuosa y adaptativa, considerando las necesidades individuales del niño y evitando prácticas coercitivas.
  3. Mito: Si no mira a los ojos es porque no quiere Interpretar la falta de contacto visual como una expresión de la falta de interés o voluntad es un mito perjudicial. Muchas personas con autismo pueden experimentar ansiedad social u otros factores que influyen en su comportamiento visual. La ausencia de contacto visual no debe ser simplificada como una elección consciente o una expresión de desinterés.
  4. Mito: Ningún niño con autismo puede mirar a los ojos Este mito generaliza de manera incorrecta a todos los niños con autismo, asumiendo que ninguno puede establecer contacto visual. La realidad es que la capacidad y la disposición para mirar a los ojos pueden variar significativamente entre las personas en el espectro autista.

​🔵 CONCLUSIONES

En resumen, el contacto visual en el autismo es un aspecto complejo que hemos explorado detalladamente.

A lo largo de este artículo, hemos desmitificado ideas erróneas, abordado factores clave y ofrecido estrategias adaptativas.

Es esencial comprender que la falta de contacto visual no debe estigmatizarse. Para algunas personas en el espectro autista, esto puede deberse a desafíos sensoriales o sociales.

Destacamos la diversidad, evitando generalizaciones y reconociendo que algunos establecen conexiones visuales efectivas.

Las estrategias propuestas buscan equilibrar la facilitación del contacto ocular con el respeto a la singularidad de cada individuo. Recordamos que el contacto visual no es un indicador definitivo de autismo; la evaluación debe considerar un conjunto integral de comportamientos.

Desmitificar mitos, explorar factores e impulsar estrategias adaptativas contribuyen a un entendimiento más profundo y respetuoso del contacto visual en el autismo.

Fomentar la aceptación y la inclusión implica valorar las diversas formas de comunicación, construyendo un mundo más comprensivo y empático para todos.

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Las personas con autismo sí quieren tener amigos

Nos gustaría no tener que escribir artículos como este, pero todavía sigue siendo necesario desmontar mitos como que las personas con autismo siempre son personas solitarias, o que las personas con autismo no quieren tener amigos.

Aunque toda la gente que conozca a alguien con autismo sabrá bien que las personas con autismo sí quieren tener amigos, aunque a veces quizás no saben cómo, todavía hay muchas personas que creen que las personas con autismo simplemente no quieren tener amigos.

¿Por qué puede parecer que las personas con autismo no quieren tener amigos?

Hay una diferencia muy importante entre querer algo, y saber cómo conseguirlo, y aquí está la raíz de los problemas sociales de las personas con autismo.

Aunque sí es cierto que pueden disfrutar menos de las interacciones sociales y de las amistades que las personas neurotípicas, esto a menudo es porqué su manera de interaccionar y de disfrutar estas relaciones es distinta, y por lo tanto, al experimentar que las interacciones son distintas a lo que ellos esperan, puede que pierdan el interés social.

Por lo tanto, las personas con autismo quieren tener amigos, pero tienen dificultades para relacionarse con los demás, y además, es posible que disfruten de las relaciones sociales de un modo que los otros no lo disfrutamos, como podría ser hablando extensamente de un tema un tanto particular o jugando repitiendo hasta la saciedad lo mismo.

Vamos a ponernos en su piel

¿Qué pasaría si te gustara bailar, pero no tuvieras buenas habilidades para el baile? Quizás buscarías compañeros de baile, pero ellos, al ver que no se te dá bien, probablemente te dejarían de lado, o los más crueles se reirían de ti. A la larga quizás el baile te dejaría de gustar, o optarías para bailar a solas cuando nadie te ve.

Pues esta situación, a modo de ejemplo y salvando todas las distancias, podría ser lo que le ha pasado a una persona con autismo cuando parece que no quiere hacer amigos.

Las personas con autismo sí pueden tener amigos

Aunque existan estas dificultades sociales, las personas con autismo pueden llegar a tener amigos, y aquí hay un trabajo importante a hacer ya desde las escuelas. Uno de los objetivos primordiales de las escuelas es fomentar la sociabilización de los niños, y lo cierto es que hoy en día existe un problema real de bullying en muchos niños y niñas con autismo.

Las escuelas deberían crear oportunidades donde el niño o niña con autismo disfrute interactuando con sus compañeros y al mismo tiempo hay que concienciar a los niños sobre las diferencias individuales, para así poder mejorar la integración y participación social de las personas con autismo en un futuro.

Pero también tenemos que dejar que las personas con autismo puedan juntarse con personas con intereses similares a los suyos, con personas que compartan su forma de ser.

A menudo, participar en grupos de uno de los intereses de la persona con autismo es una gran decisión para poder crear un circulo de amistades y disfrutar de la sociabilización.

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