En Espacio Autismo nos apasiona proporcionar información precisa y actualizada sobre el autismo, con el objetivo de fomentar la comprensión y el apoyo adecuado a las personas en el espectro autista y a sus familias.
Tener un hijo o una hija con autismo implica, más allá de todos los desafíos del día a día, tener que escuchar frases sobre el autismo que no ayudan para nada.
Aunque el autismo es una condición que cada vez más personas conoce todavía sigue siendo un gran desconocido.
Existen muchos mitos falsos sobre el autismo y mucha desinformación, y es por este motivo que los padres tienen que escuchar frases equivocadas que pueden llegar a herir sensibilidades.
El proceso de diagnóstico del autismo, comprensión y aceptación que tienen que pasar los padres es muy complejo, y lo último que necesitan son frases que desmotivan y que causan heridas.
5 frases sobre el autismo que NO ayudan
Los padres de las personas con autismo tienen que tratar con muchos retos diarios debido al autismo de su hijo o hija.
Más allá de los retos diarios también hay que luchar a favor de la concienciación social sobre el autismo, pero todavía queda un largo camino a recorrer.
Es por este motivo que muchas veces los padres de niños con autismo tienen que escuchar frases que quizás son dichas sin maldad pero que les pueden generar mucho malestar.
1. No se le nota que tenga autismo
El autismo y la diversidad funcional en general no siempre es visible.
Hay algunas condiciones, como la Síndrome de Down, que van acompañadas de unos rasgos físicos concretos que son muy fáciles de identificar.
Pero también hay otras condiciones, como es el caso del autismo en determinadas personas, que no es evidente físicamente y solo lo identificas al compartir el día a día con esa persona.
2. Si fuera mi hijo no se comportaría así
El autismo tiene su origen en un neurodesarrollo anómalo de la persona. Por lo tanto el autismo no es cuestión de una mala educación ni una mala estimulación de los padres.
Escuchar frases como «si fuera mi hijo no se comportaría así» es de un gran desprecio y de una gran ignorancia sobre el autismo, y muchas familias de bien seguro que lo han escuchado más de una vez.
Existen muchas teorías falsas sobre el origen del autismo, y aunque todavía queda mucho camino a recorrer ya se han identificado ciertos factores genéticos y también ambientales que influencian en el anómalo desarrollo neurológico.
3. Cuando sea mayor ya se le pasará
El autismo no solo afecta durante la infancia, ya que el autismo es una condición que acompañará toda la vida de la persona.
Las personas con autismo pueden mejorar mucho y lograr altos grados de autonomía, siempre dependiendo de su grado de afectación o de la presencia o no de discapacidad intelectual. Pero el autismo no se cura.
Solamente las personas que conviven con alguien con autismo o que conocen de cerca la realidad de tener un hijo con autismo saben realmente lo que esto significa.
Hay distintos grados de afectación del autismo y cada persona necesitará más soportes o menos, pero desde fuera muchas veces los otros dirán que estás exagerando y que no es para tanto.
El autismo es una condición que esconde muchas características que a simple vista no son evidentes.
Desde fuera puede parecer una cosa, pero el día a día de una persona con autismo y la de las personas que conviven con ellas puede ser muy complejo.
5. El niño solamente es caprichoso, tenéis que ponerle más límites
Esta es otra frase que tiene su origen en la ignorancia y en el desconocimiento de qué es realmente el autismo.
Ciertas conductas de los niños y niñas con autismo pueden parecer que este sea un caprichoso o «mal criado».
Pero estas conductas son derivadas del propio autismo, ya sean por su rigidez cognitiva, su falta de comprensión social o por sus dificultades en la autorregulación emocional.
¿Qué hacer para ayudar a los padres de un niño con autismo?
Sabemos que muchas de estas frases sobre el autismo no son dichas con mala intención, pero es cierto que pueden herir la sensibilidad de los padres con un hijo con autismo.
Hay muchas formas de ayudar a los padres y cada familia tendrá unas necesidades u otras.
Las siguientes son unas cuantas ideas que proponemos aplicar para poder ayudar a los padres de niños o niñas con autismo:
Intentar empatizar y comprender por el proceso que están pasando
Preguntar sobre las características de su hijo o hija para poder comprenderlo y ayudarlo
Preguntar a los padres qué podemos hacer para ayudarlos
No juzgar sus acciones ni las posibles crisis de conducta de su hijo o hija
Estar y entretener al niño con autismo para poder dar un respiro a los padres
Preguntas frecuentes
¿Cuál es el símbolo de los niños autistas?
El principal símbolo de los niños autistas es el color azul. Pero también se utiliza como símbolo la pieza de puzle o más recentemente el infinito de color arcoíris.
¿Qué te provoca el autismo?
La respuesta todavía no está clara, pero sabemos que el origen del autismo está en el neurodesarrollo y se han identificado varios genes y factores ambientales que influyen en este neurodesarrollo atípico.
Bullying y autismo: el acoso escolar a los alumnos con TEA
Publicado: 02 de mayo de 2022 Actualizado: 18 de septiembre de 2025
El bullying es mucho más frecuente en niños con autismo que en niños neurotípicos
El bullying en niños con autismo tiene una mayor prevalencia que en niños sin autismo
Prácticamente la mitad de niños con autismo han recibido bullying en algun momento de su vida
El bullying es mucho más frecuente en niños con autismo que en niños neurotípicos
Publicado: 02 de mayo de 2022 Actualizado: 18 de septiembre de 2025
Bullying y autismo son dos términos que, lamentablemente, suelen ir de la mano con demasiada frecuencia en el entorno escolar.
El Bullying, o acoso escolar, es una realidad que afecta tanto a niños con autismo como a niños neurotípicos, aunque los primeros son más propensos a sufrirlo.
De hecho, las estadísticas no mienten: los niños con autismo enfrentan un riesgo significativamente mayor de ser víctimas de acoso escolar que sus pares neurotípicos.
Un estudio revelador del 2011 mostró que casi la mitad (46.3%) de los alumnos con autismo han sufrido alguna forma de acoso en el entorno escolar.
En este contexto, surge una pregunta imperante: ¿cómo podemos abordar eficazmente el bullying dirigido a niños con TEA?
En este artículo, exploraremos en detalle cómo el bullying impacta a los niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y cómo podemos abordar este problema.
🤔 ¿Qué es el bullying?
El bullying, también conocido como acoso escolar, es una forma de agresión repetitiva y sistemática que se dirige hacia un niño o grupo de niños por parte de uno o varios compañeros.
Esta conducta va más allá de simples bromas o conflictos aislados, ya que implica una dinámica de poder desequilibrada, donde el agresor busca intimidar, humillar o causar daño emocional o físico al otro.
Es esencial comprender que el bullying no se limita a un incidente único, sino que implica una serie de comportamientos hostiles que se prolongan en el tiempo.
Esto significa que la víctima se enfrenta a una presión constante y a menudo creciente, lo que puede tener efectos devastadores en su bienestar emocional, su autoestima y su rendimiento académico.
El bullying puede manifestarse de diversas formas, desde agresiones físicas evidentes, como empujones o golpes, hasta formas más sutiles pero igualmente perjudiciales, como la exclusión social, la difusión de rumores o la intimidación en línea a través del ciberbullying.
👉 Tipos de bullying
El bullying es una problemática que puede adoptar diversas formas, cada una con sus propias características y particularidades.
Es fundamental comprender todos los tipos de bullying para poder identificarlos, abordarlos y proporcionar un entorno seguro para todos los estudiantes.
Queremos destacar que el bullying no siempre es muy visible de cara a los adultos, por lo que es crucial saber identificar las señales de alerta.
A continuación, exploraremos los distintos tipos de bullying:
El bullying físico implica el uso de la fuerza física o la intimidación para causar daño o malestar a la víctima.
Esto puede incluir golpes, empujones, patadas, pellizcos u otros tipos de contacto físico no deseado.
Las víctimas de este tipo de acoso pueden sufrir no solo lesiones físicas evidentes, como moretones o cortes, sino también trastornos emocionales y psicológicos.
El impacto del bullying físico va más allá de las heridas visibles, ya que puede dejar secuelas emocionales profundas y duraderas en la víctima, como miedo, ansiedad o trastorno de estrés postraumático.
Bullying Verbal
El bullying verbal implica el uso de palabras, tono de voz o gestos para insultar, humillar, intimidar o menospreciar a la víctima.
Esto puede incluir insultos, burlas, amenazas, difamaciones, apodos despectivos o cualquier forma de lenguaje que cause daño emocional.
Las víctimas de bullying verbal pueden experimentar una baja autoestima, ansiedad, depresión y otros problemas de salud mental.
El impacto del bullying verbal puede ser profundo y duradero, ya que las palabras hirientes pueden dejar cicatrices emocionales que tardan mucho tiempo en sanar, incluso más que las heridas físicas.
Bullying Emocional
Este tipo de acoso se centra en la exclusión social y la manipulación de relaciones sociales para causar daño a la víctima.
Implica ignorar deliberadamente a la víctima, excluirla de actividades sociales, difundir rumores maliciosos sobre ella o dañar su reputación en línea.
El bullying emocional puede tener un impacto devastador en la autoestima y el bienestar emocional de la víctima, así como en sus relaciones interpersonales.
La exclusión y la manipulación social pueden generar sentimientos de soledad, rechazo y alienación, lo que puede llevar a problemas de salud mental como la depresión y la ansiedad.
Ciberbullying
En la era digital, el acoso escolar se ha extendido al ámbito en línea a través del ciberbullying.
Esto implica el uso de tecnología digital, como teléfonos móviles, redes sociales, correos electrónicos y mensajería instantánea, para acosar, intimidar, difamar o humillar a la víctima.
El ciberbullying puede tener un alcance amplio y duradero, ya que los mensajes y el contenido pueden difundirse rápidamente y ser difíciles de eliminar.
Las víctimas de ciberbullying pueden experimentar aislamiento social, ansiedad, depresión e incluso pensamientos suicidas.
El acoso en línea puede ser especialmente perjudicial debido a su naturaleza omnipresente y la dificultad para escapar de él, incluso en el propio hogar.
La sensación de vulnerabilidad y la falta de control sobre la situación pueden agravar aún más los efectos negativos del ciberbullying en la salud mental y emocional de la víctima.
😞 BULLYING Y AUTISMO
El bullying en el autismo es un asunto que merece especial atención en el ámbito educativo y social, ya que su prevalencia es muy elevada.
El acoso escolar se da en niños neurotípicos y en niños con diversidad funcional, pero en niños con autismo es especialmente habitual y grave.
Pero no se trata solo de reconocer que el bullying es frecuente en niños con autismo, sino que hay que entender por qué ocurre y cómo abordarlo.
A continuación exploraremos el bullying y el acoso escolar en el autismo a través de los siguientes capítulos:
El bullying en los niños con autismo es un tema de profunda preocupación y requiere una atención especial por parte de la comunidad educativa y la sociedad en general.
Los estudios muestran de manera consistente que la prevalencia del bullying es significativamente mayor en niños con autismo en comparación con niños sin autismo.
Por ejemplo, un estudio realizado en 2011 arrojó que casi la mitad (46.3%) de los alumnos con autismo han sido víctimas de acoso escolar.
Esta estadística es alarmante y subraya la urgencia de abordar esta problemática de manera efectiva.
Es crucial reconocer que cada caso de bullying, ya sea leve o extremo, puede tener un impacto significativo en la salud mental y el bienestar emocional de los niños con autismo.
Las secuelas del acoso escolar pueden incluir ansiedad, depresión, baja autoestima, dificultades para relacionarse con los demás y problemas académicos.
Por lo tanto, es fundamental que los educadores, los padres y la comunidad en su conjunto trabajen en colaboración para prevenir y abordar el bullying en todas sus formas.
Esto implica la implementación de políticas escolares sólidas contra el acoso, la promoción de la empatía y la inclusión, y la creación de entornos escolares seguros y de apoyo para todos los estudiantes, incluidos aquellos con autismo.
El fracaso de la inclusión escolar
Toda la comunidad académica está de acuerdo que hay que fomentar y practicar la inclusión escolar de los alumnos con diversidad funcional.
Pero es cierto que en la práctica vemos que la inclusión escolar de los alumnos con diversidad funcional sigue dejando mucho que desear.
El mismo estudio citado anteriormente encuentra que el bullying a los alumnos con autismo es enormemente más frecuente en los casos que están integrados en escuelas ordinarias que en aquellos que pasan más horas en clases para alumnos con necesidades educativas especiales.
¿La inclusión escolar es necesaria? Sí, pero sin recursos la inclusión escolar solo se queda en palabras.
Estrategias para abordar el bullying en el autismo
El abordaje del bullying en el autismo requiere un enfoque integral que involucre a toda la comunidad educativa y familiar.
Los maestros y maestras de las escuelas, a menudo se encuentran con pocas estrategias para abordar situaciones de bullying en el autismo.
Sabemos que son situaciones complejas y difíciles de gestionar, pero la poca formación para tratar estas situaciones son muy preocupantes.
También faltan protocolos de actuación ante situaciones de bullying en niños con autismo.
A continuación compartimos algunas estrategias para prevenir y manejar situaciones de bullying:
Estrategias para prevenir el Bullying en el Autismo:
Educación y Sensibilización: Implementar programas de educación y sensibilización sobre el autismo y el bullying dirigidos a estudiantes, docentes, personal escolar y padres. Promover la comprensión y empatía hacia las personas con autismo.
Promoción de la Inclusión: Fomentar un ambiente escolar inclusivo donde se celebre la diversidad y se respeten las diferencias individuales. Crear oportunidades para que los estudiantes con autismo se integren plenamente en actividades escolares y sociales.
Desarrollo de Habilidades Sociales: Ofrecer programas de desarrollo de habilidades sociales tanto para estudiantes con autismo como para sus compañeros. Enseñar estrategias de comunicación, resolución de conflictos y manejo de emociones.
Supervisión Activa: Establecer sistemas de supervisión activa en áreas comunes como patios de recreo, comedores y pasillos para detectar y prevenir situaciones de bullying.
Fomento de la Denuncia: Promover una cultura de denuncia donde los estudiantes se sientan seguros y empoderados para informar sobre casos de bullying, sin temor a represalias.
Estrategias para abordar situaciones activas de Bullying en el Autismo:
Escucha Activa: Escuchar atentamente a la víctima y validar sus experiencias. Brindar un espacio seguro para que expresen sus sentimientos y preocupaciones.
Intervención Inmediata: Actuar con prontitud ante casos de bullying, investigando la situación y aplicando las medidas disciplinarias correspondientes según las políticas escolares.
Apoyo Psicológico: Proporcionar apoyo psicológico y emocional tanto a la víctima como al agresor. Ofrecer servicios de asesoramiento y terapia para ayudarles a procesar y superar la experiencia.
Colaboración con Familias: Mantener una comunicación abierta y colaborativa con las familias de los estudiantes involucrados. Trabajar juntos para implementar estrategias de apoyo y seguimiento en el hogar y en la escuela.
Seguimiento Continuo: Realizar un seguimiento continuo de la situación para asegurarse de que el ambiente escolar sea seguro y acogedor para todos los estudiantes, incluidos aquellos con autismo.
Al implementar estas estrategias de prevención y abordaje, podemos contribuir a crear entornos escolares más seguros, inclusivos y respetuosos para todos los niños, independientemente de sus diferencias y capacidades.
💻 Autismo y ciberbullying: el nuevo bullying
Hoy en día hay que tener especial cuidado de las redes sociales y de lo que ocurre ahí. Las redes sociales y la ciberinteracción son una realidad, y por lo tanto, el bullying también ocurre en estas plataformas.
La principal dificultad en este ámbito es que es muy difícil controlar lo que pasa en las redes sociales, y es por este motivo que la mejor herramienta de prevención del acoso escolar es y será la pedagogía entre los niños y niñas.
👦 El caso de bullying de Pau (@paupautista) – VÍDEO
Pau Brunet, también conocido como PauPautista, es un niño con autismo de alto funcionamiento, o autismo de grado 1, reconocido por su labor de sensibilización y divulgación sobre el autismo.
A través de redes sociales, vídeos y colaboraciones, comparte su experiencia para informar y derribar estereotipos.
Con carisma, creatividad y habilidades expresivas notables, ha participado en programas de TV, radio y TED Talks, recibiendo reconocimientos por su trabajo divulgativo.
Pau Brunet ha compartido en varios de sus vídeos en Instagram su experiencia personal sobre el acoso escolar que sufrió.
Para abordar este tema, a continuación, compartiremos tres videos centrados en el bullying en el autismo: uno presentando la opinión de Pau, otro con la perspectiva de su madre y, por último, uno con la visión de su padre.
👍La opinión de Espacio Autismo sobre el Bullying en el autismo
Como equipo de especialistas en autismo en Espacio Autismo, hemos sido testigos de numerosos casos de bullying que afectan de manera significativa a niños y niñas con Trastorno del Espectro Autista (TEA).
Es crucial destacar que el bullying en el autismo no es simplemente un problema escolar, sino una cuestión de salud pública que requiere atención inmediata y acciones concretas por parte de los gobiernos, las escuelas y la sociedad en su conjunto.
Nuestra experiencia nos ha demostrado que los niños con autismo son especialmente vulnerables al acoso escolar debido a sus diferencias de comunicación, socialización y comprensión del entorno.
Estas diferencias pueden hacer que sean blancos fáciles para los agresores y que tengan dificultades para reconocer y responder adecuadamente a las situaciones de bullying.
Es fundamental que los gobiernos y las autoridades educativas desarrollen protocolos y políticas específicas para prevenir y abordar el bullying en el autismo.
Estos protocolos deben incluir la capacitación del personal escolar en la identificación de signos de bullying, la implementación de medidas de intervención temprana y el apoyo psicológico y emocional tanto para las víctimas como para los agresores.
Además, es necesario promover la conciencia y la comprensión del autismo en las escuelas y en la sociedad en general.
La educación sobre el autismo puede ayudar a reducir la estigmatización y el prejuicio, fomentando así un ambiente escolar más inclusivo y respetuoso para todos los estudiantes.
🔵 CONCLUSIONES
En conclusión, el bullying y el autismo representan una preocupante realidad en el entorno escolar, donde los niños con TEA enfrentan un riesgo significativamente mayor de ser víctimas de acoso escolar que sus pares neurotípicos.
Las estadísticas revelan una prevalencia alarmante de casos de bullying dirigidos a niños con autismo, lo que subraya la urgencia de abordar esta problemática de manera efectiva.
Es crucial reconocer que el bullying no solo afecta la salud mental y el bienestar emocional de los niños con autismo, sino que también tiene un impacto negativo en su rendimiento académico y sus relaciones interpersonales.
La falta de inclusión escolar y la escasez de recursos para abordar situaciones de bullying en el autismo son desafíos importantes que deben enfrentarse con determinación y colaboración.
Para prevenir y manejar el bullying en el autismo, es fundamental implementar estrategias integrales que involucren a toda la comunidad educativa y familiar.
La sensibilización, la promoción de la inclusión, el desarrollo de habilidades sociales y la colaboración con las familias son aspectos clave en la creación de entornos escolares seguros y respetuosos para todos los niños.
❓ Preguntas frecuentes
¿Qué es el bullying escolar?
El bullying escolar o el acoso escolar se da cuando existe una burla o una persecución continuada por parte de un niño o un grupo de niños a otro compañero o compañera.
¿Cuales son los 4 tipos de acoso escolar?
Los 4 tipos de acoso escolar son:
Físico: Cuando existen agresiones físicas como empujar, golpear o dañar sus pertenencias.
Verbal: Cuando se insulta, se esparcen rumores sobre la víctima, se amenaza o se ponen motes para burlarse.
Emocional: Cuando se ignora o se deja de lado deliberadamente a un compañero o compañera para hacerla sentir mal.
Ciberbullying: Cuando el acoso se realiza a través de internet o de las redes sociales.
¿Qué se debe hacer en caso de acoso escolar?
Para prevenir el acoso escolar es necesario realizar pedagogía y programas contra este. En caso que exista un caso de acoso escolar hay que hablar con la víctima, los abusadores y el resto de compañeros y aplicar los protocolos establecidos.
Trabajar con personas con autismo no solo requiere de una alta especialización y mucha formación teórica y práctica, sino que también requiere de unas inquietudes y características personales que serán fundamentales para ser un buen profesional del autismo.
Theo Peeters, experto de referencia internacional en el conocimiento y la comprensión de los Trastornos del Espectro del Autismo redactó el siguiente decálogo de un buen profesional del autismo:
10 características personales para ser un buen profesional del autismo
1. Sentirse atraído por las diferencias
Pensamos que ser un «aventurero mental» ayuda a sentirse atraído por lo desconocido. Hay personas que temen las diferencias, otras se sienten atraídas y quieren saber más sobre ellas.
Para ser un buen profesional del autismo es necesario sentirse atraído por la diversidad humana.
2. Tener una imaginación viva
Es casi imposible comprender lo que significa vivir en un mundo literal, tener dificultades en ir más allá de la información recibida, amar sin una intuición social innata.
Para poder compartir la mente de una persona autista, que padece un problema de imaginación, se debe tener, en compensación, enormes dosis de imaginación.
Se tiene que ser capaz de dar sin recibir mucho a cambio, y no sentirse decepcionado por la falta de reciprocidad social.
Con la experiencia, la persona aprenderá a detectar formas alternativas de dar las gracias, y la gratitud de muchos padres a menudo le compensará con creces.
4. Estar dispuesto a adaptar el propio estilo natural de comunicarse y de relacionarse
El estilo que se requiere está mas ligado a las necesidades de la persona con autismo que a nuestro grado espontáneo de comunicación social.
Esto no es fácil de lograr y requiere muchos esfuerzos de adaptación, pero es importante reflexionar acerca de qué necesidades estamos atendiendo.
5. Tener el valor de «Trabajar sólo en el desierto»
Especialmente cuando se empiezan a desarrollar servicios específicos en un área. Hay tan poca gente que comprende el autismo, que un profesional motivado corre el riesgo de ser criticado en vez de aplaudido por sus enormes esfuerzos.
Los padres han sufrido este tipo de críticas antes, por ejemplo, cuando escuchas cosas como «todo o que necesita es disciplina», «si fuese mi hijo…», etc.
6. No estar nunca satisfecho con el nivel de conocimientos propios
Aprender sobre el autismo y sobre las estrategias educativas mas adecuadas es un proceso continuo, ya que el conocimiento en ambos campos evoluciona continuamente.
La formación en autismo nunca se acaba y el profesional que crea que ya la tiene, en verdad «la pierde».
7. Aceptar el hecho de que cada pequeño avance trae consigo un nuevo problema
La gente tiene tendencia a abandonar los crucigramas si no pueden resolverlos. Esto es imposible en el autismo.
Una vez que se empieza, se sabe que el trabajo de «detective» nunca se acaba.
8. Un buen profesional del autismo debe capacidades pedagógicas y analíticas extraordinarias
El profesional tiene que avanzar poco a poco y utilizar soportes visuales de manera individualizada.
Hay que realizar evaluaciones con tanta frecuencia que uno debe adaptarse constantemente.
9. Estar preparado para trabajar en equipo
Debido a la necesidad de una aproximación coherente y coordinada, todos los profesionales deben estar informados de los esfuerzos de los demás, así como de los niveles de ayuda proporcionados.
Esto incluye a los padres, especialmente cuando el niño es pequeño.
10. Humildad para ser un buen profesional del autismo
Uno puede llegar a ser «experto» en autismo en general, pero los padres son los expertos sobre su propio hijo y se debe tener en cuenta su experiencia y conocimiento.
En el autismo no se necesitan profesionales que quieran permanecer en su «pedestal». Cuando se colabora con los padres es importante hablar de los éxitos, pero también admitir los fracasos («por favor, ayúdeme»).
Los padres también tienen que saber que el experto en autismo no es un Dios del Olimpo.
Preguntas frecuentes
¿Qué profesionales atienden el autismo?
Los profesionales que realizan el seguimiento de personas con autismo deben ser psicólogos o médicos especializados en autismo y trastornos del neurodesarrollo. En función de las necesidades de cada caso la intervención puede ser realizada por terapeutas ocupacionales, psicólogos, logopedas, neurólogos, o médicos especialistas.
¿Qué hay que estudiar para ayudar a los niños autistas?
Para atender a niños autistas se pueden estudiar distintas especialidades como psicologia, magisterio, logopedia, educación infantil o terapia ocupacional, entre otras.
¿Cómo tratar a una persona que tiene autismo?
Siempre será en función de sus necesidades, pero las pautas generales son proporcionar un ambiente estructurado, seguir rutinas claras y anticipar los cambios. A nivel de su desarrollo habrá que estimular sus áreas del desarrollo con afectación, como la comunicación, el juego o la interacción social.