VIDEO – Rigidez de pensamiento en el autismo

Rigidez pensamiento autismo

Las personas con autismo muestran una rigidez de pensamiento que puede interferir de manera muy importante en su día a día.

Tener rigidez de pensamiento o también llamada rigidez cognitiva significa que esta persona presenta dificultades en aceptar, adaptarse o improvisar ante cambios de planes repentinos o inesperados.

La rigidez de pensamiento es una de las dificultades nucleares del autismo tal y como explicamos en el curso «Introducción al autismo».

Fundación Orange junto al autismo

Uno de los grandes objetivos de la Fundación Orange es mejorar la calidad de vida de las personas con autismo, y con este objetivo elaboraron un vídeo divulgativo para concienciar a la sociedad sobre esta característica tan típica de las personas con autismo: la rigidez de pensamiento.

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Rigidez de pensamiento en el autismo

La rigidez de pensamiento o rigidez cognitiva es una de las características más típicas de las personas con autismo.

Esta rigidez se traduce en comportamientos no deseados y en problemas de conducta ante situaciones inesperadas que la persona con autismo no es capaz de gestionar.

La rigidez cognitiva hace que las personas con autismo:

  • Desarrollen ansiedad ante pequeños cambios en sus rutinas habituales.
  • Tengan necesidad de seguir rutinas claras y predecibles.
  • No saber reaccionar ante situaciones que no esperan.
  • Puedan tener dificultades en pasar de un contexto a otro (el trayecto de casa a la escuela, por ejemplo).
  • Les cueste tolerar los cambios y tengan tendencia a hacerlo todo de la misma forma, de manera repetitiva.

¿Cómo ayudar a una persona con autismo en su rigidez de pensamiento?

Las personas con autismo necesitan ciertos apoyos para hacer que su día a día sea más fácil y compatible con sus características propias de la condición del autismo.

Las siguientes son una serie de pautas para hacer el entorno más fácil en relación a la rigidez de pensamiento de una persona con autismo:

  • Comprender que si una persona con autismo se pone nerviosa ante un cambio, no lo hace por mala educación, sino porque está sintiendo un malestar real.
  • Seguir rutinas claras en su día a día e intentar evitar los cambios de última hora.
  • Si hay un cambio en la rutina intentar anticipárselo previamente y explicarle qué es lo que haremos.
  • Introducir pequeños cambios controlados en la rutina de la persona con autismo para que se pueda acostumbrar a los cambios inevitables que todos tenemos en el día a día.