Navidades y Autismo son dos conceptos que a veces pueden resultar difíciles de convivir, ya que las Navidades o cualquier otro tipo de festividad que salga fuera de la rutina de las personas con autismo pueden resultar difíciles para ellas, ya que son días diferentes e impredecibles.
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Las Navidades son días de disfrutar con la familia e intentar relajarse. Son unos días de regalos y de alegría. Pero esto no siempre es así para las personas con autismo.
En este artículo vamos a explicar porqué a las personas con autismo les pueden resultar difíciles las Navidades u otras festividades y vamos a dar 5 consejos para facilitar las Navidades de un niño o niña con autismo.
Sabemos que los niños y niñas con autismo se sienten más seguros cuando su día a día tiene pocos cambios, cuando siguen rutinas que ya conocen y cuando no hay imprevistos.
Es por este motivo que en los días especiales como cumpleaños, vacaciones o en las Navidades, es posible que las personas con autismo estén un poco más nerviosas de lo normal.
Las personas con autismo necesitan una rutina clara y predecible, y es más que evidente que durante las Navidades son días que se hacen cosas especiales, cosas que no hacemos durante el resto del año.
A continuación vamos a explicar 5 sencillos consejos para intentar facilitar las Navidades de las personas con autismo para que estas y su familias las puedan disfrutar lo máximo posible.
1. Explícale y anticípale lo que va a pasar
Explicar y anticipar lo que va a pasar a una persona con autismo es una de las estrategias básicas para facilitar la vida de una persona con autismo.
Explicar y anticipar significa que antes que una cosa ocurra hay que intentar describirla a la persona con autismo lo más detalladamente posible, y esto todavía es más importante cuando lo que va a pasar son cosas fuera de su rutina habitual.
Algunos ejemplos de situaciones a anticipar durantes las Navidades podrían ser los siguientes:
- Si ese día vienen los abuelos a comer y traerán regalos, hay que explicárselo bien al niño con autismo.
- Si ese día vamos a cenar en un restaurante, hay que explicárselo bien.
- Si ese día cuando el niño o niña se levante habrán regalos debajo del árbol de Navidad, hay que explicárselo bien.
- Si ese día saldremos a ver un espectáculo navideño, hay que explicárselo bien.
2. Crear un horario o agenda visual
Con el mismo objetivo de anticipar lo que va a ocurrir y que esté todo bien estructurado y claro en la mente del niño o niña con autismo podemos crear un horario o agenda visual.
El horario o la agenda visual sirve para poder explicar lo que haremos cada día, utilizando soportes visuales que siempre son de gran ayuda para las personas con autismo.
Podéis aprender qué son y cómo utilizar los soportes visuales y los horarios visuales a través del curso «Los Soportes Visuales en el Autismo», de la Academia Espacio Autismo.
3. No estresar en exceso al niño
Los días especiales y diferentes como los días de fiestas de Navidad son estresantes para los niños con autismo. Además las Navidades van acompañadas de encuentros sociales, que también son estresantes para los niños con autismo.
Sabiendo esto es evidente que pueden ser días complicados para las personas con esta condición, y por lo tanto hay que intentar adaptarnos un poco a ellas.
Intentar hacer las comidas con amigos o familiares en casa en lugar de en casas que no conoce es una buena opción para no estresarlo en exceso.
No alargar los encuentros sociales más de lo que el niño con autismo puede aguantar es otra buena opción.
Si el niño tiene alteraciones sensoriales como hipersensibilidad auditiva también pueden ser importante controlar el volumen de la música o los gritos de la gente, o si el niño tiene restricciones en la ingesta de alimentos también será importante valorar qué comerá esos días.
También es importante ser realistas y si nos invitan a un sitio y sabemos que el niño o niña con autismo no lo aguantará, quizás la mejor opción será no ir para evitar una crisis conductual.
4. Envolver los regalos con papel que le interese
A veces a los niños y niñas con autismo no les motiva abrir los regalos. Puede parecer como si no entendieran que debajo del envoltorio hay un regalo para ellos que les gustará. Como si el papel de envoltorio no se pudiera quitar, sin pensar que debajo de él hay el juego o juguete que le gusta.
Una forma de llamarles la atención hacia el regalo envuelto es que el papel de envoltorio sea de algo de su interés. Si le gusta los dinosaurios, que sea un papel de dinosaurios, y si le gusta Daniel Tigre, que sea un papel de Daniel Tigre.
También es buena idea ayudarles a empezar a quitar el papel de envoltorio, porque a menudo no tienen iniciativa en quitar el papel hasta que no está un poco abierto.
5. Explicar la situación y pedir ayuda
Este último consejo servirá siempre y en todas las situaciones para los padres de una persona con autismo.
Si os invitan a un sitio donde iréis con una persona con autismo siempre puede ser de ayuda explicar que tu hijo o hija tiene autismo y cuáles son sus principales características.
Las personas que os invitan estarán dispuestas en ayudar en todo lo que puedan, pero les falta mucha información y muchas veces no saben cómo ayudar.
Si vosotros sabéis qué pueden hacer para que ese día sea más fácil para el niño o niña con autismo, y por lo tanto también para el resto de personas que estén en el sitio, decidlo sin ningún tipo de problema ni temor.