Los padres de niños con autismo son más propensos a sufrir ansiedad o estrés debido a la condición de su hijo o hija.
Aunque el autismo puede presentarse de formas muy diversas, a todos los padres y madres de niños con autismo se les presentan complicados retos a lo largo de su vida.
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Son varios los caminos que pueden dirigir a unos padres hasta el diagnóstico de autismo de su hijo o hija. En algunos casos, los padres ya tenían sospechas de que algo iba mal, y en otros casos, la noticia llega como un jarro de agua fría al tener pocas sospechas de estas dificultades de su hijo o hija.
Sea como sea, es en ese momento, cuando un profesional verbaliza las palabras «su hijo o hija tiene autismo» cuando se plantean todas las dudas y una ola de sentimientos puede desbordar a los padres.
No hay fórmulas mágicas para aceptar y gestionar esta noticia y las preocupaciones y emociones que conlleva, pero sí que existen una serie informaciones que pueden ayudar en este proceso.
Cómo afrontar un reciente diagnóstico de autismo de un hijo o hija
1. Tienes derecho a estar triste
No te sientas mal por sentirte triste, llorar, o llenarte de rabia. Un diagnóstico de autismo significa cambiar planes, cambiar el proyecto de tu hijo o hija tal y como lo tenias planeado.
No significa que tu hijo o hija será mejor o pero con o sin autismo, simplemente tendrá unas necesidades y unos objetivos de vida distintos, y es normal sentirse triste o con rabia ante un cambio así.
Siéntete libre a sentirte triste. Un diagnostico requiere una etapa de duelo, y una vez pasado, aprenderás a vivir y a disfrutar de tu hijo o hija con todos sus pros y sus contras.
2. Tómate tu tiempo para aceptarlo
No tengas prisas ni tomes decisiones en caliente. Aunque es cierto que la intervención hay que empezarla cuanto antes mejor, no es bueno tomar decisiones rápidas ni estresarse en un principio.
Tómate tu tiempo y apóyate en la gente que te quiere. También puede ser una buena opción buscar apoyo en otras familias que ya han pasado por este proceso, contactando con asociaciones de familiares de personas con autismo de tu país o región.
3. Estudia, lee, aprende
Habrán profesores, terapeutas y profesionales de todo tipo, con distintos grados de formación sobre el autismo, que te ayudarán y apoyarán, pero es muy importante que vosotros como padres también os forméis, aprendéis sobre el autismo, y en concreto sobre el autismo de vuestro hijo.
Vosotros sois los que estaréis siempre al lado de vuestro hijo o hija y es importante entender sus necesidades y características. Aprenderéis de los profesionales que os rodeen, y también podéis leer y conocer sobre el autismo a través de libros y webs especializadas.
4. Desconfía de curas milagrosas
El autismo no se cura. A las personas con autismo hay que enseñarles habilidades que por si solo quizás no desarrollarían y que les permitirá vivir de una forma más autónoma y participativa, pero no se cura.
Desconfiad de las personas que os vendan tratamientos exageradamente caros y milagrosos. Es muy importante que leáis sobre qué es lo que realmente necesita vuestro hijo, y sobre los tratamientos que tienen eficacia demostrada científicamente.
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«Un niño con autismo en la familia»
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