El autismo implica tener dificultades en la comprensión del contexto social y esto hace que muchas situaciones cotidianas sean confusas para ellos.
Estas dificultades en la comprensión social y del entorno pueden generar altos niveles de ansiedad, deribando en problemas de conducta incluso en situaciones totalmente cotidianas.
Es por este motivo que a menudo es necesaria la adaptación del entorno a las características de la persona con autismo. Es decir crear entornos estructurados y claros, facilitando su comprensión.
Es muy importante tener en cuenta que para mejorar la calidad de vida de una persona con autismo, tenemos que pensar en dos niveles:
- El propio desarrollo personal de la persona con autismo: Trabajar sus habilidades personales para desarrollar su potencial al máximo. Desarrollar sus habilidades comunicativas, sus habilidades sociales, sus habilidades de juego o sus habilidades de cognición social para tener un desarrollo más funcional.
- La adaptación del entorno a las características de la persona: A veces la situación puede sobrepasar las herramientas que la persona con autismo tiene. Si una situación es demasiado exigente para esta persona será necesario adaptar la situación a sus capacidades.
La adaptación del entorno a las características de la persona
Uno de los factores que puede hacer mejorar notablemente la calidad de vida de una paersona con autismo es la adaptación del entorno a sus propias características.
Es muy importante adaptar las situaciones a las capacidades de la persona con autismo cuando esta no tiene las herramientas suficientes para afrontar dicha situación.
Cuando decimos adaptar el entorno no nos referimos solo al entorno físico, sino también al entorno social, a la forma cómo gestionaremos la situación.
Esto se puede conseguir de varias formas en función de las propias características de la persona, y más teniendo en cuenta la enorme diversidad que existe dentro del autismo, pero a nivel genérico buscamos crear un contexto comprensible y predictible para ella para que le dé sensación de control.
Si sabemos que una situación puede ser complicada para la persona, siempre que sea posible tenemos que anticiparle lo qué ocurrirá, explicarle qué es lo que puede hacer al afrontar la situación y pensar como podemos adaptar la situación para hacerla lo más gestionable posible para ella.
Evitar situaciones que pueden ser altamente estresantes
Como ya sabemos, muchas personas con autismo tienen alteraciones sensoriales que les pueden generar mucha ansiedad en situaciones de sobreestimulación.
Por lo tanto, sumando las propias dificultades en la comprensión social y las posibles alteraciones sensoriales que una persona con autismo puede tener, hace que muchas situaciones en que una persona neurotípica no le genera ningún nivel de ansiedad, a una persona con autismo le pueda estar generando un alto nivel de ansiedad.
Es por esto que será importante tener en cuenta las características de la persona con autismo, y si no es posible hacer adaptaciones en esa situación concreta porque no le genere altos niveles de ansiedad, intentar evitar estas situaciones que sabemos que pueden terminar en problemas de conducta.
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